Rubalcaba dio por enterrado ayer el debate del liderazgo. Marcó los tiempos y el cónclave decidió por mayoría que sería el próximo comité federal el que fijaría el calendario de primarias. En su discurso de clausura, ha evitado tocar el asunto y se ha centrado en defender el nuevo camino que quieren emprender los socialistas para recuperar el poder y reconstruir una sociedad justa e igualitaria. El líder socialista ha cargado duramente contra las políticas de derechas, ha instado a restaurar la convivencia con Cataluña y ha recogido el guante de Susana Díaz al proclamar que "tienen que estar cerca de los movimientos sociales".
"Somos el PSOE, que ha vuelto, que tenemos un proyecto socialista para España, para Europa...". Rubalcaba ha presumido del trabajo hecho durante estos dos años de revisión del proyecto. "Esta conferencia es la prueba del avance transformador del partido", ha dicho el líder recordando que su compromiso en el Congreso de Sevilla fue modernizar el partido tras el severo castigo en las urnas. "Debajo de la crisis social y económica, os dije que se estaba fraguando una crisis política. Os dije que había que hacerle frente con un proyecto de reformismo radical".
"Nos estamos jugando el rostro que queremos que tenga nuestra sociedad . Concebimos esta conferencia como un ejercicio de honestidad política. Los ciudadanos tienen derecho a saber qué nuevas propuestas y proyectos tiene la izquierda para hacer frente a las recetas de la derecha. Ese es el ejercicio que hemos hecho. Hemos pensado en España, no un programa electoral, hemos pensado las líneas maestras para construir un futuro distinto", seguía Rubalcaba mostrando el orgullo de salir "unidos y fuertes" de esta conferencia, que ha servido para levantar el ánimo de los socialistas.
Unidad y diversidad para las relaciones territoriales
Rubalcaba no ha entrado en la polémica del liderazgo, pero sí ha marcado su posición sobre el desafío independentista de Cataluña. "Tenemos que reconstruir nuestras relaciones territoriales, sobre dos palabras: unidad y diversidad. Forman parte de nuestra historia, tenemos que reconstruir la convivencia con Cataluña para seguir juntos, progresando juntos", ha manifestado el secretario general mirando a Pere Navarro. "Lo vamos a hacer con vosotros, los socialistas catalanes", ha sentenciado.
El líder del PSC ha tenido que levantarse para escuchar y sentir en su espalda el apoyo de todo el plenario. Mientras Rubalcaba continuaba marcando el camino a seguir. "Los socialistas queremos a Cataluña con nosotros, tal como es, y la mayoría de los españoles la sienten suya. No somos nacionalistas, somos socialistas".
El 'efecto' Susana Díaz
La presidenta andaluza decía ayer que "las cosas se estaban haciendo mal" y criticaba que los socialistas no hubieran sabido abanderar el descontento de los ciudadanos en la calle. Rubalcaba ha recogido hoy el guante y admitía el error. "El PSOE tiene que estar con los movimientos sociales. Hay que estar ahí, con los ciudadanos, con las mareas, porque los ciudadanos que lo defienden están defendiendo el modelo que pusimos en marcha", ha asegurado.
El jefe de los socialistas ha articulado su discurso en torno al desmantelamiento de la derecha por motivos ideológicos. Ha subido el tono para denunciar las mentiras del Partido Popular y prometer que lucharán por recuperar todo lo que los socialistas habían conseguido. "El próximo gobierno socialista recuperará los derechos de los trabajadores y la sanidad universal en España, defenderá la educación pública, la igualdad de oportunidades, fortalecerá el sistema de pensiones y reconstruirá la dependencia", proclamaba en un discurso muy social, enfocado a conectar con las preocupaciones de los ciudadanos.
Primarias abiertas y fiscalidad, los pilares del nuevo proyecto
Rubalcaba ha sacado pecho de la reforma fiscal que han elaborado para corregir las desigualdades sociales. "Proponemos una reforma justa y equitativa para lograr ingresos, una reforma donde se equilibren las rentas, donde se paguen según se tiene, una reforma fiscal para que paguen los que hasta ahora no han venido pagando", explicaba Rubalcaba recordando la medida estrella de eximir del pago del IRPF a parados, pensionistas y trabajadores con rentas inferiores a 16.000 euros. "Queremos que se olviden de Hacienda", ha declarado insistiendo que el modelo fiscal y educativo es lo que les diferencia de la derecha.
Y el otro estandarte del que presumía Rubalcaba era la elección por primarias. "Hemos tomado decisiones importantes sobre la participación. Somos los primeros en votar los candidatos en primarias, y ahora vamos a elegir a nuestro candidato electoral en primarias abierta, con los militantes y simpatizantes, porque vamos a pedir su voto. Estamos haciendo un enorme ejercicio de generosidad depositando en los ciudadanos una tarea que correspondía al partido", se crecía el líder socialista entre los suyos para dejar una de las frases de este cónclave: "Las primarias abiertas marcarán un antes y un después en la historia de la política española. Vamos a hacer un ejercicio de la mejor democracia".
Y para concluir su discurso y levantar al plenario, Rubalcaba declaraba con la voz desgarrada por un catarro: "Somos el partido de izquierdas. El único capaz de parar a la derecha, el partido que más ha hecho por los ciudadanos y sus derechos. Somos el Partido Socialista, que ha vuelto, salimos unidos y fuertes. Tenemos un proyecto para convertirnos en el modelo de los progresistas. Tenemos que salir fuera. Hagámoslo compañeros". Y todos en pie recibían el chute de adrenalina que necesitaban y buscaban los socialistas para definir su hoja de ruta y encontrarse con sus raíces.
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